El emisario del jeque
Encadenada con seda y joyas… Desde el otro lado de la discoteca, el guardaespaldas Zahir El Hashem vigilaba a su protegida. El corazón se le aceleró. La joven se contoneaba con sensualidad en la pista de baile. A lo mejor llevar a la princesa de vuelta a su país no resultaba ser tan fácil… Soraya Karim siempre había sabido que algún día iba a tener que cumplir con sus obligaciones reales. Aferrándose a la última pizca de libertad que le quedaba, hizo todo lo posible por retrasar el regreso a Bakhara. Y la atracción entre ellos llegó a un nivel irresistible, peligroso. Una vez llegaran a las puertas del palacio, su romance sería prohibido. Solo el deber podía prevalecer…
Me apetece una de jeques...o de emisarios de jeques, para el caso, es lo mismo.
ResponderEliminarVoy a ver qué tal está y luego os cuento.
Gracias, Ángeles.
Besos, mariad.