Lucy Monroe

SERIE MERCENARIOS
01- Venganza de amor
Como escritora, Lise Barton suele crear escenarios peligrosos para sus personajes, pero ahora la que se encuentra en peligro es ella, y no es ficción, es aterradoramente real. Alguien la está acosando, alguien que sabe dónde vive y qué hace. Alguien que incluso ha llegado a amenazar a su familia: su hermano, su cuñada y el hermoso bebé de ambos. Lise no tiene intención de permitir que alguien les haga daño, de modo que hace su equipaje y cambia Texas por el anonimato de Seattle. Pero pronto se reanudan las amenazas…
La misión de Joshua Watt es simple: ir a Seattle y llevar a Lise a casa de su familia para el Día de Acción de Gracias… o tendrá que oír a su hermana. No es típico de «la tía Lise» no ir a visitar a su adorable sobrinita, y Joshua está seguro de que él es la razón por la que no quiere ir. Se ha pasado meses intentando olvidar el sabor de ella, la suavidad de su cabello entre los dedos. Sí, de acuerdo, la desea (y cómo), pero lo primero es la familia. Sin embargo, en el instante en que ve el miedo reflejado en los ojos de Lise, su instinto de supervivencia entra en acción. El ex Ranger del ejército no piensa permitir que nadie aterrorice a una mujer inocente, y menos si esa mujer está bajo su custodia. Va a hacer lo que sea necesario para proteger a Lise y para tratar de que sus sentimientos personales no interfieran. Porque si algo ha aprendido es que el sexo y el trabajo no se mezclan. Jamás. Hasta ahora…

02- Willing
Josie McCall ha sido educada para ser un soldado. Podría ser la mejor si lo deseara. Pero abandonó su trabajo en la escuela de mercenarios para trabajar con ordenadores. Ahora que alguien ha incendiado la escuela, y ha enviado a su padre al hospital, usará cada uno de los conocimientos adquiridos para encontrar y detener a los culpables. Josie sabe mucho sobre explosivos, combate cuerpo a cuerpo y persecuciones, pero no sabe nada de sexo. No tiene ni idea que hacer con la atracción volcánica que siente por su nuevo compañero, Daniel Black Eagle. Y eso le resulta más peligroso que una bomba.
Daniel sabe exactamente lo que le gustaría hacer con esa atracción. El meditabundo experto en explosivos, no se puede acercar a más de quince metros de Josie sin quererla tocar, probar, y proteger aun estando seguro de que ella le golpearía hasta dejarle inconsciente, si sospechara alguna de sus tórridas fantasías. Pero lo tendrá que resolver después, ahora tiene entre manos averiguar quien puso la bomba y envió al padre de Josie al hospital. Daniel está seguro de una cosa, no permitirá que Josie McCall se aleje de su vista ni un segundo. Convencer esa preciosa, deseable y experta soldado, de que necesita un guardaespaldas no iba a resultar fácil. ¡Pero si se lo permite, le demostrará que además de proteger su vida, en el camino estimulará cada una de sus fibras sensitivas femeninas!