Tenías que ser tú
Nueva York, años cincuenta, dos chicos: Hoo y Ricky, y una chica, Mellie, trabajan juntos en la redacción de la revista literaria de su instituto. La amistad que se forja entre los tres se extenderá a lo largo de los años y condicionará el resto de sus vidas. Hoo, convertido en catedrático de filosofía griega, recuerda su relación con Ricky y con Mellie, y también el trasfondo político y social de la época que les tocó vivir: los coletazos del macarthismo, la liberación de los años sesenta, las protestas contra la guerra de Vietnam. Poco a poco va revelando las razones que le han llevado a escribir la historia de esa amistad, que es en realidad una maravillosa carta de amor a Mellie. Un himno al amor y a la amistad, una invitación al perdón, la sabia mirada de un hombre maduro sobre su vida y sobre aquello que le da sentido. Una de las novelas de amor más extraordinarias de los últimos años que nos habla del poder de la literatura y la memoria.
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