
Tras haberse recuperado de un grave accidente de coche, el famoso playboy Luis Martínez se vio invadido por el aburrimiento más absoluto. Se había convertido en un cascarrabias, frustrado y testarudo. Estaba cansado de las enfermeras, que no dejaban de revolotear a su alrededor, así que las despidió a todas y le pidió a su dulce e inocente ama de llaves que le hiciera la terapia de masajes que necesitaba.
Carly Conner se había pasado toda la vida intentando pasar desapercibida, pero las cosas iban a cambiar de repente. Su jefe no dejaba de mirarla de una forma muy diferente y la tensión entre ellos crecía a cada momento…
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