No podía evitar sentirme afortunada, tenía un trabajo que me llenaba y disfrutaba al máximo, pero la decisión inesperada de un extraño, hizo que dos mundos totalmente diferentes se cruzaran.
Esa mirada color verde esmeralda que paralizaba mis sentidos, sería la persona que desestabilizaría la serenidad a la que me había aferrado durante mucho tiempo.
Sentía que debía huir de él, pero no podía negar el magnetismo que provocaba en mí, un roce, un pensamiento...
Un obstáculo ensombrecía nuestra relación, la desconfianza, y no la superaríamos hasta que me permitieran abrirme a él, y poder demostrar mi yo interior.
Abigail debe acudir a la lectura del testamento de un extraño para ella, pero no para su familia, ya que tras preguntar a su madre, descubre que es un antiguo amigo de su padre, el cual las abandonó cuando ella aún no tenía conciencia. Tiene muy clara su postura pero no lo va a tener fácil, unas condiciones poco éticas obligaran que acepte un trabajo y no solo eso deberá mentir al único afectado del testamento. La pasión entre ellos se despierta en un cruce inesperado, aún sin conocerse, pero un cúmulo de malentendidos y secretos los distanciaran, hasta el momento que la verdad salga a la luz.
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