
Pasé de ser humano a convertirme
en el esclavo inmortal del hada encargada de la búsqueda de la flor lunar:
Yue. Así que ahora era un ser extraño salido de un cuento y retenido en
contra de mi voluntad, intentando por todos los medios posibles escapar. Aunque,
en mi plan de fuga, no contaba con el enorme aprecio que llegué a desarrollar
por mi captora, pero, ¿llegaría a quererla más que a mi libertad?
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