Toda mujer ha sentido alguna vez, en un momento
de pánico, que se encontraba en el lugar equivocado, en el momento equivocado,
con el hombre equivocado...
Querido X: Son las tres de la madrugada, mi
marido está durmiendo abajo y yo me encuentro en la buhardilla escribiéndote una
carta a ti, un hombre con quien me he visto una sola vez y al que probablemente
no vea nunca más.
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