A Devlin Murphy le estaba costando recuperarse
de aquel accidente de helicóptero que le había dejado cicatrices, y no solo
físicas, pero había alguien en Destiny que tal vez pudiera ayudarle: una joven
llamada Tanya Reeves. No era que le gustasen los métodos de Tanya, como la
acupuntura, aunque había algo en ella que lo volvía loco.
Por su parte, Tanya no podía creérselo cuando
se encontró con aquel ligue del pasado, y aún menos que Dev no la reconociese.
Sin embargo, lo más surrealista era que la historia estaba volviendo a repetirse
con aquel hombre al que era incapaz de resistirse.
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