lunes, 24 de marzo de 2014

Shirley Jump

Un rompecorazones en casa
Se acabaron sus días de playboy. Riley McKenna llevaba una vida de lujos. Hasta que se quedó sin el dinero de su familia y tuvo que trabajar. Cuando pidió empleo en el restaurante de Stace Kettering, ella no se quedó particularmente impresionada con sus ojos azules y su sonrisa encantadora. Tenía una política de tolerancia cero hacia los ligones. Había tenido una mala experiencia y no estaba dispuesta a repetir el mismo error.En cuanto a Riley, pensaba que Stace se enamoraría de él como todas las demás. Pero estaba a punto de descubrir que sus tretas de mujeriego no le iban a servir de nada en el mundo real.

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